Mandatos y supuestos que atraviesan y obstaculizan la educación artística
Abstract
Incorporar la educación artística a nuestra labor educativa no debe ser una imposición coactiva que nos haga sentir inseguros respecto a nuestras posibilidades como enseñantes. Sino, por el contrario, debe ser una toma de decisión a conciencia que nos dé la certeza de que enriquecerá las oportunidades de los niños, jóvenes y nosotros mismos de dar significado a nuestro mundo interior y al de los otros, así como también a las realidades en que nos insertamos y que configuramos. Se trata de incorporar unas nuevas miradas de las realidades, un desocultamiento que incluya otros canales de comunicación e interpretación tendientes de la deconstrucción y reconstrucción de la experiencia humana.